sábado, 24 de marzo de 2007

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Pero esto ¿qué va interesar a un visitante virtual?
Mejor, para aclarar un poco el panorama mundial y el mexicano, ahí les van algunos artículos de opinión, ciertamente a destiempo, pero aquí los tienen:

Bush, un peligro para México. Carlos Fazio
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, visita México. Según Kevin Phillips, autor de Dinastía estadunidense: aristocracia, fortuna y la política del engaño en la casa Bush, el actual inquilino de la Casa Blanca es miembro de "una de las familias más taimadas, corruptas y antidemocráticas" que se han visto en los últimos 100 años de la historia estadunidense. No se trata sólo de "la ausencia ordinaria de ética en los negocios o de corrupción financiera"; cuatro generaciones en la construcción de una dinastía han imbuido el "hambre" de la familia Bush por el poder y las prácticas de un "capitalismo de compadres" con arrogancia moral.

Junto con los Rockefeller y los Kennedy, el clan Bush, salpicado por una historia de conjuras, complicidades, corrupción, hermanos incómodos, dinero sospechoso y el uso del poder para fines propios, es uno de los más poderosos de Estados Unidos en el pasado medio siglo. Ha construido su poder mediante una red de asociaciones con intereses petroleros, contratistas militares, agencias de inteligencia y el aparato de seguridad nacional. Desde 1952, cuando Prescott Bush fue electo en el Senado estadunidense, la famiglia ha tenido por lo menos a uno de sus miembros en algún alto puesto gubernamental de manera continua. Durante la Segunda Guerra Mundial, el abuelo del actual presidente formó parte de un grupo de políticos, empresarios y banqueros que financiaron la maquinaria de guerra nazi, mientras sacaban enormes ganancias. Prescott Bush era socio de una compañía petrolera de Texas y fue sancionado por el gobierno estadunidense por violación al Acta de Comercio con el Enemigo al gestionar una considerable venta de combustible para la Luftwaffe, la fuerza aérea alemana, que estaba devastando desde el aire a media Europa.

Según Webster Tarpley y Anton Chaitkin, autores de George Bush: biografía no autorizada, la irresistible ascensión hacia el poder de Adolfo Hitler en la Alemania nazi podría haber sido "pagada, armada y adiestrada por camarillas de Nueva York y Londres, uno de cuyos directores ejecutivos era Prescott Bush". Aunque la Standard Oil, el Chase Manhattan Bank de Rockefeller y grandes constructoras de automóviles estadunidenses financiaron a los nazis, los intereses de Prescott Bush "fueron mucho más profundos y siniestros", escribió Victor Thorn en un artículo publicado en Babel Magazine para el primer aniversario de los atentados contra el World Trade Center. El actual titular de la Oficina Oval, así como su padre, George Bush, ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), vicepresidente y presidente, llegaron a la cumbre de la jerarquía política estadunidense porque su bisabuelo (Samuel Bush), su abuelo (Prescott) y su familia política (George Herbert Walker, suegro de Prescott) ayudaron y alentaron a los nazis. "Los amigos de Prescott Bush -los traidores de Wall Street que financiaron a Hitler- son los mismos que luego iban a catapultar a George Bush senior al puesto de director de la CIA en los años 70 e instalarle a él y a su hijo, en la Casa Blanca", afirma Thorn.

Informes oficiales demuestran cómo George Bush padre, vinculado con el Grupo Carlyle, uno de los principales holdings del complejo militar-industrial y constructor de la geopolítica petrolera del clan, desarrolló una relación de negocios con el gobierno de Kuwait. De hecho, en su primera campaña para el Senado, en 1964, fue calificado por su adversario como "empleado" del jeque de Kuwait. Luego, como director de la CIA, desarrolló íntimos vínculos con los servicios de inteligencia de Arabia Saudita y el gobierno del sha en Irán. También se le vincula con la familia de Osama Bin Laden, dueña de una de las principales constructoras de Arabia Saudita y con el escándalo Irán-contras. Inició sus vínculos con México en 1953, cuando fundó la Zapata Petroleum Corp. y se hizo amigo de Jorge Díaz Serrano y Raúl Salinas Lozano. Después, con Carlos Salinas de Gortari forjaría el "espíritu de Houston".

Cuando Arbusto, empresa fundada por el actual presidente, enfrentaba la bancarrota en 1979, dos sauditas ricos otorgaron inversiones vitales, utilizando fondos que Phillips sospecha que se originaron con familiares de Bin Laden. En los años 80, Jeb Bush, actual gobernador de Florida y hermano del presidente, estuvo activamente involucrado en los negocios de bienes raíces y trabajaba con miembros de la contra nicaragüense y cubanos vinculados con la CIA. A su vez, el hermano de papá Bush, William, es director de Engineering Support Systems Inc., proveedor de artículos militares de alta tecnología. Tío Bill hace lucrativos negocios con el Pentágono de su sobrino Georgie y esa nueva oportunidad para las inversiones, el Departamento de Seguridad Interior.

El mandatario visitante encabeza un gobierno de los ricos, por los ricos y para los ricos. En lo que va de sus dos periodos de gobierno se ha servido del cargo para seguir amasando fortuna para su famiglia. La "guerra al terrorismo", las invasiones a Afganistán e Irak, la neonazi Ley Patriótica en Estados Unidos fortalecen los negocios del clan Bush. Igual que el muro, la militarización de la frontera con México y la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte. Además, como principal operador del cártel petrolero-gasero texano conformado por las trasnacionales Exxon-Mobil, Halliburton, Enron y El Paso Corporation, ha repetido que México es una "fuente primordial" para garantizar la "seguridad energética" de Estados Unidos. Por lo que insiste en que se debe privatizar Pemex, con la mira puesta en las reservas de gas natural de Burgos, Sabinas y Pedregosas, y la producción petrolera en aguas profunda del Golfo de México, frente a Texas, los dominios del clan Bush.
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http://www.jornada.unam.mx/2007/03/12/index.php?section=opinion&article=004o1pol
http://www.jornada.unam.mx/2007/03/13/index.php?section=opinion&article=029a1mun Pedro Miguel: Tres detalles, Tope Salarial
Finalmente el Senado aprobó la ley que ordena que ningún funcionario público puede percibir un sueldo mayor al del presidente de la Republica -poco más de un cuarto de millón de pesos al mes, antes de impuestos. Es una legislación que necesitaba el país por los abusos de los servidores públicos de todos los niveles, sabores y colores. Pero es una ley incompleta. Tendría que haberse puesto un tope al salario del propio presidente. Es ofensivo que en un solo día cobre el equivalente a 166 salarios mínimos. Otra idea, que a algunos políticos podría parecer subversiva: ¿qué tal si el sueldo del titular del Ejecutivo queda congelado hasta que el mínimo alcance su nivel? Este aumenta a razón de 2 pesos por año; sólo tardaría cuatro milenios.

Coeficiente mental

¡Ahora lo comprendo todo! De acuerdo con un estudio publicado por el Instituto Lovenstein, de Scranton, Pennsylvannia, George W. Bush es el presidente de Estados Unidos con menor coeficiente intelectual de los últimos 60 años, con un nivel de 91. El estudio se realiza cada año desde 1973, y mide el coeficiente intelectual de cada nuevo presidente estadunidense, además de hacer un comparativo con el de anteriores inquilinos de la Casa Blanca, desde Franklin D. Roosevelt (1933-1945). Los seis presidentes republicanos de los últimos 60 años tenían una media de 115.5 de coeficiente intelectual. Paradójicamente, dado su desafortunado final, el mejor registro fue el de Richard Nixon, con 155, y el más bajo, de 91, el del actual presidente Bush, según el informe. ¿Y el coeficiente del ''doctor honoris burris'', Vicente Fox? Nunca quiso someterse a un examen, pero se sospecha que es menor a 80.
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http://www.jornada.unam.mx/2007/03/14/index.php?section=opinion&article=020o1pol Bajo la Lupa/ Alfredo Jalife-Rahme/ Pemex: de la "privatización hormiga" a la "privatización cucaracha"

Hay que reconocer la férrea consistencia ideológica en privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex) de la imperante tiranía financiera neoliberal que gobierna México desde hace un cuarto de siglo: a partir de De la Madrid Hurtado, quien inició la "privatización hormiga" en forma gradual y que fue proseguida por Salinas, Zedillo y Fox (quinazo, "accidentes" explosivos, descuartizamiento administrativo, Pemexgate, Pidiregas, contratos de servicios múltiples, desmantelamiento del Instituto Nacional del Petróleo, etcétera), hasta el bushiano Felipe El Breve, quien profundiza sus alcances mediante la "privatización cucaracha" -a escondidas de la na- ción por fobia a la transparencia luminosa de los rayos del sol-, con las tramposas "alianzas estratégicas" y la venta de los oleoductos.

Tres días antes de la llegada de Baby Bush a Mérida, para acelerar primordialmente la privatización de Pemex, The New York Times publicó un extenso reportaje de la amazona Elizabeth Malkin que plantea de manera absurda la inviabilidad financiera de la paraestatal (ver Bajo la Lupa, 11.3.07).

El NYT, un periódico muy mendaz, sobre todo cuando se trata de expoliar el petróleo ajeno, como sucedió con su montaje de "armas de destrucción masiva" para justificar la ilegal invasión anglosajona a Irak, sirve de alfombra al designio privatizador de Baby Bush, quien tiene incrustados a varios "topos" y "tapaderas" en el gabinete de Felipe El Breve, como el más conspicuo Téllez Kuenzler, representante del bushiano Grupo Carlyle, quien se pronunció hace un decenio, cuando fue secretario de Energía zedillista, en regalar el petróleo mexicano a las trasnacionales texanas a seis dólares el barril.

Diez años más tarde, el "oro negro", después de haber rasguñado 80 dólares, se encuentra en torno de 60 dólares el barril, lo cual delata los alcances de los actos canallas del cordobista Téllez en toda su carrera "pública" de socavamiento y desmantelamiento deliberados de la infraestructura nacional. ¿Se encuentra el gobierno de México, en el cuarto de siglo de su aciaga etapa neoliberal, en manos de sus peores enemigos?

Nada casualmente, la reportera amazona del NYT, Elizabeth Malkin, y el director zedillista-entreguista de la paraestatal petrolera, Reyes alias Herodes (cuya triste función es asesinar al "niño Pemex"), "coinciden" en afirmar que son dos los problemas mayúsculos de la paraestatal: "conocimiento técnico" y "dinero". A nuestro juicio, tales "carencias" abultadas serían subsanadas con un simple golpe conceptual de timón: el cambio del parasitario modelo neoliberal.

El problema no es Pemex, sino el estéril modelo neoliberal que ha transformado al Banco de México (BdeM) en una entidad autónoma para aplicar unilateralmente una fracasada política monetarista y ofertista-fiscal thatcherista-reaganiana (supply-side economics) que ha desahuciado al país en el reciente cuarto de siglo con el fin de beneficiar, al exterior, a la globalización financiera de Estados Unidos y, al interior, a una plutocracia estéril permanentemente rescatada (v.g el mediocre Grupo Monterrey y/o el ex vendedor de naranjas tuxpeño Roberto Hernández Ramírez, "paisano" de Reyes alias Herodes).

En forma anómala, en México existen varias entidades que se han convertido en un "Estado dentro del Estado" con los peores resultados a la vista y que han retrocedido al país a las cavernas antidemocráticas: BdeM y el Instituto Federal Electoral (IFE).

Dadas las circunstancias geoestratégicas que imperan en el planeta, Pemex es la única entidad que en estricto rigor debiera ser "autónoma", en lugar de las parasitarias BdeM e IFE. Pero resulta que el BdeM, gracias a su condición supraestatal, que le confiere en forma inmanente el improductivo modelo neoliberal local, se ha arrogado (en conjunción con la Secretaría de Hacienda que controla de facto a Pemex) el derecho unidireccional de aplicar una política monetarista y ofertista-fiscal thatcherista-reaganiana que absorbe los ingresos descomunales de la paraestatal petrolera (más de 500 mil millones de dólares en el aciago sexenio foxiano y más de 110 mil millones en su último año de gobierno dilapidador) para redirigirlos y/o transducirlos selectivamente a los sectores parasitarios gerenciales y a la estéril burocracia neoliberal subsidiados con 40 por ciento de ingresos fiscales que aporta la "quebrada" Pemex.

La plutocracia parasitaria ha dejado de pagar cómodamente parte sustancial de sus tributos y ha secuestrado al resto de la nación como contribuyente cautivo. La clase media en su conjunto, los obreros y los miserables han sido despojados de su participación en el reparto del maná petrolero y son obligados a subsidiar de forma aberrante el crecimiento descomunal de la parasitaria plutocracia oligopólica, perdonada además por extrañas "derrotas judiciales" del Servicio de Administración Tributaria en más de 60 mil millones de dólares, catalogados de "créditos fiscales irrecuperables (sic)", que arreciaron en el foxismo gerencial tan permisivo con sus "amigos". La discriminación financiera del modelo neoliberal es integralmente palmaria.

Toda esta parte siniestra del largo metraje petrolero mexicano lo oculta la mendaz reportera de The New York Times. El problema, insistimos, no es Pemex, sino el modelo neoliberal imperante que es al que urge cambiar.

De entrada, no se puede confiar en el actual director de Pemex, debido a que fue "cabildero" (coyote en mexicano) de las trasnacionales texanas cuando despachaba al frente de la encuestadora fraudulenta GEA, ni en los panistas en su conjunto (como los "indicia" el mismo NYT), urgidos en tapar los boquetes financieros previos y presentes en los que se confabularon impúdicamente, ni en un segmento de priístas travestis que han lanzado sus proyectos fulleros y quienes han sido expuestos en sus conocidos intereses triangulados que arrojan olor a azufre (v.g los escandalosos hurtos de los hermanos Alfredo y Javier Miguel Afif, hoy "fugados" en Utah, y el Pemexgate, para citar los visibles).

La decisión sobre el futuro de Pemex deberá ser responsabilidad de los más impolutos personajes seleccionados entre todos los partidos, la clase profesional y los ciudadanos de México, además de los gobernadores de los estados productores de petróleo, que deberán formar parte de su consejo de administración, en lugar de connotados cleptócratas.

Aun aceptando sin conceder el "medio punto" de la "victoria" de Felipe El Breve (el "desquite de Fox") que condonó el fétido IFE, el gobierno no cuenta con un mandato ex profeso para actuar en forma unilateral sobre el destino de los energéticos que deberá proceder de una decisión plural, transparente y consensuada para gozar de la legitimidad faltante, a riesgo, parodiando a los clásicos griegos, de violentar el "orden natural de las cosas".

Peor aún: se intenta privatizar Pemex en forma tangencial (la "privatización cucaracha") cuando la coyuntura internacional favorece a los estados nacionales por encima de las trasnacionales (lo cual acaba de ser destacado por The Financial Times, "Las nuevas siete hermanas", 12.3.07), debido al dramático giro del nuevo orden geoenergético global.

La próxima vez enunciaremos una serie de sencillas medidas financieras para salvar a Pemex de su "quiebra neoliberal".
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1 comentario:

  1. Lovenstein es broma.

    http://www.museumofhoaxes.com/lovenstein.html

    http://www.snopes.com/inboxer/hoaxes/presiq.htm

    Demanda: Según un estudio del instituto de Lovenstein, presidente Bush tiene el índice de inteligencia más bajo de todos los presidentes de últimos 50 años.

    Estado: Falso.

    Orígenes: No, éste no es un informe de noticias verdadero, ni describe un estudio verdadero. No hay un “instituto de Lovenstein” en Scranton, Pennsylvania (o en cualquier otro lugar en los E.E.U.U.), ni la gente ua de los cotizada en la historia para existir, porque ésta es justa otro spoof que fue tomado demasiado seriamente.

    El artículo cotizó arriba comenzó a circular en el Internet durante el verano de 2001. En el fomento de la broma, ese pensamiento de los pranksters del año para colocar www.lovenstein.org y para erigir más adelante un Web site alrededor de él en un intento por engañar a gente en el pensamiento allí realmente era tal instituto.

    - recorte

    El discurso de los índices de inteligencia, un estudio real demuestra que el índice de inteligencia de Bush es más alto que John Kerry:

    http://www.vdare.com/Sailer/kerry_iq_lower.htm

    http://www.nytimes.com/2004/10/24/politics/campaign/24points.html?ex=1256356800&en=50a1bcbb16e7cf21&ei=5090&partner=rssuserland

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