martes, 29 de diciembre de 2015

Hacia la Anarquía (extracto de El Método de la Libertad, Una Antología de Errico Malatesta)

Cualquier similitud con el Go (con el tablero y sus reglas), no es ninguna coincidencia.

"...la Anarquía no habrá triunfado definitiva y universalmente hasta que todos no solamente no quieran ser mandados sino que no quieran mandar; ni tampoco la Anarquía habrá tenido éxito a menos que se haya comprendido las ventajas de la solidaridad y se sepa cómo organizar un plan de vida social en la que ya no habrá más rastros de violencia e imposición.

Y a medida que la conciencia, la determinación, y la capacidad humana se desarrollen continuamente y hallen medios de expresión en la modificación gradual del nuevo entorno y en la realización de los deseos según la proporción en que se formen y se tornen imperiosos, así es también con la Anarquía; la Anarquía no puede llegar si no es poco a poco, — lento, pero seguro, creciendo en intensidad y extensión.
(...)
La Anarquía es (...) la abolición de la propiedad privada y del gobierno. (...) Por lo tanto, cada golpe a las instituciones de la propiedad privada y el gobierno, toda exaltación de la conciencia humana, toda irrupción de las condiciones presentes, toda mentira desenmascarada, todo asunto de la actividad humana que le sea despojado al control de las autoridades, todo aumento del espíritu de solidaridad y de iniciativa, es un paso hacia la Anarquía.

El problema está en saber escoger la ruta que realmente se acerca a la realización del ideal y en no confundir el progreso real con reformas hipócritas. (...) El problema está en saber usar el poco poder que tenemos —que sigamos logrando, en el modo más económico, (...).
(...)
El curso normal y pacífico de la evolución es frenado con la violencia, y por ende con violencia es necesario reabrir ese curso. (sic) (...) Retiren la violencia gubernamental y la nuestra no tendrá razón de existir. 
(...)
Todo debilitamiento de todo tipo de autoridad, todo incremento de libertad será un progreso hacia la Anarquía; ha de ser siempre conquistada — nunca solicitada (...) debe siempre hacernos recordar bien que la disminución de los males producidos por el gobierno consiste en la disminución de sus atributos y poderes, no en el incremento del número de dominadores o en que sean elegidos por los dominados. Con gobierno nos referimos a toda persona o grupo de personas en el Estado, país, comunidad, o asociación que tiene el derecho a hacer leyes e infligirlas (imponerlas) sobre quienes no las desean.
(...) cada victoria, por pequeña que sea, obtenida por los trabajadores contra sus  explotadores, cada disminución del lucro, cada poco de riqueza tomada de los propietarios y puesta a disposición de todos, ha de ser un progreso — un paso adelante hacia la Anarquía. Debe siempre servir a aumentar los derechos de los trabajadores y a intensificar la lucha; debe siempre ser aceptada como una victoria sobre un enemigo y no como una concesión por la que debamos estar agradecidos; debemos siempre permanecer firmes en nuestra resolución a tomar con fuerza, tan pronto como sea posible, aquellos medios que los propietarios privados, protegidos por el gobierno, han robado a los trabajadores.
Habiendo desaparecido el derecho a la fuerza (...), el resto debe ser fruto de una evolución pacífica.
(...) es esencial que los trabajadores, agrupados de acuerdo a las diversas ramas de producción, se pongan en una posición que asegure el apropiado (correcto) funcionamiento de su vida social — sin la asistencia o la necesidad de capitalistas ni gobiernos. (...)"
También recomiendo el siguiente texto de David de Ugarte:

"Cómo el Go se convirtió en el juego favorito de anarquistas y libertarios"

"Un juego donde se persigue «ganar libertades» y donde construir un espacio propio es más útil que buscar el enfrentamiento con el contrario, tenía que gustar necesariamente a los libertarios de todo signo. Pero más allá de las metáforas, la historia de la llegada del Go al mundo libertario nos descubre conexiones insospechadas entre algunas de las grandes figuras intelectuales del siglo XX.
(...)
(Mayo de 1968) El Go está saltando de las facultades de ciencias a las de sociales y de las islas (Gran Bretaña) al continente.
(...)
Aunque ya se habían publicado algunos manuales en francés, el libro desata el interés de los jóvenes intelectuales franceses de la época que toman el Go como símbolo de la alteridad, de lo opuesto al pensamiento del poder tradicional simbolizado por el ajedrez.
El Go se convierte en algo alternativo y cool. Hasta una joven escritora norteamericana de ciencia ficción, Ursula K. Leguin, lo incluye en su última novela, «La mano izquierda de la oscuridad», ganadora de los premios Hugo ese año (y de los Nebula del siguiente, 1970).
(...) el ajedrez codifica y descodifica el espacio, mientras que el go procede de otra forma, lo territorializa y lo desterritorializa (convertir el exterior en un territorio en el espacio, consolidar ese territorio mediante la construcción de un segundo territorio adyacente, desterritorializar al enemigo mediante ruptura interna de su territorio, desterritorializarse uno mismo renunciando, yendo a otra parte…). Otra justicia, otro movimiento, otro espacio-tiempo. (Deleuze y Guattari, "Mil Mesetas", 1980)

La era de Internet

En los ochenta y noventa, en Europa y EEUU, el Go ya no dependía de personas concretas para desarrollarse. Era un elemento cultural minoritario dentro de una minoría. Pero esa minoría excéntrica, muchas veces erudita, casi siempre universitaria y amante de la tecnología, estaba fermentando en algo nuevo: la cultura hacker, que a su vez iba a dar forma a buena parte del nuevo mundo que vendría con Internet. Cuando en la segunda mitad de los noventa el html y la recién nacida World Wide Web abren la espita de la socialización masiva del nuevo medio, el Go gana una súbita visibilidad simplemente porque el porcentaje de internautas jugadores es muy superior al de la media de la población.
Richard Bozulich, autor de algunos de los libros sobre el juego más conocidos en Occidente, es un buen ejemplo de ese entorno y esa evolución. Estudió en UCLA y se graduó en Matemáticas en Berkeley en el 66. En el 68 marcha a Japón donde crea su primera editorial -en inglés- especializada en Go, Ishi Press, a la que sucederá, en los noventa, Kiseido. En el 2000, cuando aparecen los primeros servidores de partidas, aloja, desde Kiseido, Igoweb uno de los servidores pioneros de Go, conviertiéndolo en KGS que se convertiría en el espacio de juego e intercambio sobre Go usado por más jugadores occidentales. (...)
En la segunda mitad de los noventa aparecen ya los primeros grupos que empiezan a pensar en el Go como metáfora para teorizar alternativas libertarias que incorporen Internet y elsoftware libre a su diseño. Pero será con la crisis, a partir de 2010, cuando las metáforas estratégicas basadas en el Go se multipliquen.
Y así, en noviembre de 2013 aparece «The Go’ing insurrection», el librito de moda entre los aficionados en este momento. (...) la idea de que en política, como en el Go, el territorio es un concepto relacional, no espacial ni paisajístico, no arranca de Joulien Coupat, sino que es moneda corriente en el pensamiento no nacionalista europeo desde Walter Benjamin.
(...) Según Desmond Morris, aprender, descubrir, es el placer que la evolución nos enseñó a disfrutar para que pudiéramos adaptarnos al medio sin tener que esperar millones de años para ver si las mutaciones respondían mejor o no.
(...) Seguramente esa sea la verdad bajo el viejo tópico chino de que «no existe un jugador de Go que sea mala persona»(...) Y si te gusta porque has hecho del deseo de aprender el motor de tus actos, es más que probable que además tengas mucho de minimalista y no te interese demasiado disputar bienes o riquezas a nadie.
Por cierto, que a ese placer en el aprendizaje y el descubrimiento en serie es a lo que Desmond Morris llamaba felicidad.

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